Al realizar un análisis visual de marca, puedes esperar recibir una lista clara de lo siguiente:
Informe de Coherencia Visual: Un detalle de cuán consistente es la aplicación de tu marca (logotipo, colores, tipografías, imaginería) en todos los puntos de contacto (web, redes sociales, papelería, productos, etc.).
Identificación de Fortalezas Visuales: Qué elementos de tu identidad actual funcionan muy bien, son memorables y conectan con tu audiencia.
Detección de Debilidades y Oportunidades de Mejora: Qué aspectos visuales necesitan ajustarse, actualizarse o ser eliminados porque no son efectivos, están desactualizados o confunden.
Análisis de Percepción de Marca: Un estudio de cómo tu marca es percibida visualmente por tu público objetivo y si esa percepción se alinea con la estrategia de marca deseada.
Benchmarking Visual de la Competencia: Una comparación directa de tu identidad visual con la de tus principales competidores, identificando brechas y oportunidades para diferenciarte.
Evaluación de la Legibilidad y Usabilidad: Si los elementos visuales (ej. tamaño de fuente, contraste de colores) facilitan la lectura y la interacción.
Recomendaciones Estratégicas de Diseño: Propuestas concretas y accionables para optimizar tu identidad visual, incluyendo posibles ajustes de logo, paleta de colores, tipografías o estilo de imagen.
Propuestas de Actualización o Rebranding: Si la marca necesita un simple «refresco» o una transformación más profunda.
Potencial de Diferenciación Visual: Cómo tu marca puede destacar y ser única en un mercado saturado a través de su lenguaje visual.
Diagnóstico de Adherencia a Normas de Marca (si existen): Si tu equipo o colaboradores están utilizando correctamente la guía de estilo de tu marca.